viernes, 17 de mayo de 2013

Daniel Barros, Hambre Subsahariana

El África Subsahariana.

El hambre en el África subsahariana es una realidad, que ya existía cuando yo nací, y que hace que ya conciba el mundo así. Desgraciadamente, para mi, y supongo que para el resto del mundo, África siempre será el continente donde miles de niños negritos pasan hambre y mueren.

Hay una pregunta que todos nos habremos hecho más de una vez: ¿Puedo hacer algo al respecto? Y la respuesta en la gran mayoría de los casos es: No, ¿Cómo va a cambiar una única persona todo esto?, y ese es nuestro gran problema, que nadie da el paso adelante.

De todas formas, afortunadamente, existen ONGs que consiguen que nuestra conciencia esté tranquila, puesto que siempre que salen en las noticias hay allí alguien dándoles alimento o intentando curarlos.
Ahora piensa que tu eres uno de esos "afortunados" niños que "por suerte" pueden comer y sobreviven a sus primeros años de vida, ¿a que aspiras en un futuro? ¿A seguir sobreviviendo? ¿A seguir luchando por conseguir un pedazo de pan cada día de unos "maravillosos" hombres blancos que hacen "todo lo posible" por ayudarte? Es un poco injusto, la verdad. Además, para nada hacemos todo lo posible, sino todo lo contrario.
El País, en una noticia de hace unos años enunciaba así:

La escasez y el encarecimiento de los alimentos en el norte de África y en Oriente Próximo están agravando el hambre en el África subsahariana, donde han desembarcado los países árabes más ricos comprando tierras, a bajo precio, con el objetivo de cultivar lo necesario para dar de comer a sus propias poblaciones.
La hambruna devasta el cuerno del continente negro. Etiopía, uno de los países más hambrientos del mundo y donde más de trece millones de personas necesitan ayuda alimentaria internacional, ofrece paradójicamente tres millones de hectáreas de su tierra más fértil a ricos países árabes como Arabia Saudí, los Emiratos Árabes, Kuwait o Bahréin y a sus fondos de inversión. A esta grave situación hay que añadir la avalancha de somalíes, 134.000 hasta el momento, que abandonan su país y se refugian en Etiopía y Kenia huyendo de la guerra, de la sequía y de la falta de alimentos. Se calcula que el 50% de los niños somalíes sufre desnutrición severa.

Ésto significa, que África no es un continente que haya acabado así de casualidad, sino que todos contribuimos a ello y nos aprovechamos de los pobres y personas analfabetas que, sin ningún remedio ceden sus tierras a los ricos, y terminan en la situación de el Cuerno de África, o de la zona Subsahariana.

La situación llega a ser tan desesperada que Naciones Unidas ha denunciado que en Yemen los niños tienen que recurrir a tomar khat,una droga que, al ser mascada, genera un estado de euforia leve y anula el apetito.

Esta noticia es de hace unos años, pero muestra la gran actuación de las Naciones Unidas en estos casos, y como la desesperación puede llegar a límites insospechados.
Para terminar, bajo mi criterio, existen miles de cosas que se pueden hacer al respecto,  y no se soluciona el problema, al igual que le ocurre a otros muchos temas, por intereses políticos y económicos.
Como conclusión: hemos creado una sociedad basada en que el mas poderoso (desde hace miles de años) se aprovecha del más débil, y lo exprime hasta que ya le es inservible y lo desecha, para mas tarde aprovecharse de otro.

2º crédito del 3º trimestre

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