Víctor Gómez tiene 31 años y lleva tres de ellos en paro. El pasado martes, día 27 de Noviembre, quedó en una gasolinera con un amigo. "Al salir de la cafetería vi un sobre en el suelo y lo pisé. Noté que había algo y lo recogí", explica. El sobre contenía una cantidad de 12.500 euros. Le preguntó a su amigo que si era suyo, pero no lo era. También le preguntó a un hombre que andaba por allí, pero tampoco, por lo que volvió a la cafetería y le explico al dueño lo ocurrido. Dejo allí el dinero junto con su número de teléfono y nombre. Además, le contó lo sucedido a la Policía.
A los pocos minutos llamaron a Víctor, el dueño del dinero había aparecido. Este le agradeció su acto recompensándole con 200 euros y la promesa de encontrarle un puesto de trabajo.
Este es uno de los pocos ejemplos de civismo que ultimamente se pueden observar. Víctor, a pesar de su situación económica no pensó en quedarse con el dinero. Víctor asegura:
"Si hubiera encontrado el sobre en una calle cualquiera no sé qué haría, pero en esta gasolinera paran muchos camioneros y pensé que a lo mejor la persona que perdió el sobre vendría de cobrar en varios sitios y que al volver a su empresa tendría un problema gordo e incluso lo echarían"
Creo que tiene una relación con la ética, ya que este hombre prefirió ayudar a la persona que ha perdido el dinero que a quedárselo él y mejorar su situación económica a base de las desgracias de otros. Pero también opino que es algo incívico el que nos parezca este acto algo extraordinario, ya que pienso que actos como estos deberían pasar todos los días.
Noticia
Alejandra García Jiménez
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