En Reino Unido, Frank Jones, un jubilado de 74 años desolado, cultivaba marihuana en su jardín con un valor total de 15.000 euros, al enterarse de que su hijo drogadicto a la heroína necesitaba un tratamiento para desintoxicarse que él no podía pagar con su pensión.
Un amigo suyo le aconsejó, y con sus claros dotes de jardinero consiguió una plantación bien dotada para distribuirla de un valor que ni el pensaba que pudiera estar tan valorado.
La policía se enteró de lo que sucedía por un claro chivatazo y al entrar en tan grande campo de cultivo los policías hasta se quedaron atónitos al observarlo.
Según el periódico llamado ''The Mirror'', el juicio no se ha realizado todavía. El acusado dice de no saber las repercusiones que dicho cultivo tenían “Me acusan como si fuera un traficante de drogas, pero no lo soy, ''Sólo estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por evitar a mi hijo este sufrimiento'', aseguró. Del modo mas inocente Frank Jones se ha metido en un gran lio, por el amor de un padre a un hijo.
Creo que tiene una relación con la ética, ya que se mezclan un claro sentimiento de desesperación económica y completo amor, con lo correcto en la sociedad; el padre puede que lo hiciera inocentemente sin saber las consecuencias pero todavía esta por ver si de verdad es que no las sabía o si hace creer que lo es.
Creo que tiene una relación con la ética, ya que se mezclan un claro sentimiento de desesperación económica y completo amor, con lo correcto en la sociedad; el padre puede que lo hiciera inocentemente sin saber las consecuencias pero todavía esta por ver si de verdad es que no las sabía o si hace creer que lo es.
Claudia Conejo García
No hay comentarios:
Publicar un comentario